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Yendo hacia el TODO

¿Dónde estamos? ¿Qué somos?

Siete vídeos en los que se expone que el hombre siempre ha estado en el camino de la búsqueda del infinito que le rodea. Lo ha hecho imaginando cómo es lo qué hay más allá del horizonte que marca el límite de lo desconocido y también desentrañando los misterios accesibles a su conocimiento. La ciencia es esa poderosa herramienta de la que nuestra razón se sirve de manera primordial para entender qué es la realidad. Y hoy más que nunca es lo que nos ha conducido a una visión de la realidad extremadamente amplia y que, por supuesto, nos conduce directamente a un mejor conocimiento de nosotros mismos.

Nosotros somos el punto de partida (1)

Es vital para nosotros redefinirnos en el amplio contexto del espacio y del tiempo que inunda el universo completo. Desterrar la idea prepotente de ser el centro de todo, conjetura que ha predominado a lo largo de nuestra historia e incluso en el presente, es requisito indispensable para situarnos en el cosmos y también en el infinito que lo sobrepasa. La simple conciencia de esta eventualidad diluye nuestro orgullo y nos abre la puerta al conocimiento objetivo del todo.



    Un viaje por el universo (2)

    Estamos en un rincón plácido de un universo plagado de materia ordenada en planetas, estrellas y galaxias. Desde el punto espaciotemporal que ocupamos ahora somos capaces de ver todo lo que hay en esa inmensidad e incluso de vislumbrar difusamente los límites de nuestro hogar cósmico. Sabemos mejor que nunca que somos un trocito de universo que navega por este ingente volumen espaciotemporal compartiendo por completo el destino de esta vastísima nave cósmica.



      La historia del universo (3)

      El universo no es sólo un conjunto de cosas; es, por encima de todo, materia y energía íntimamente relacionadas y que siguen unas leyes que actualmente somos capaces de comprender. Conjeturas como el Big Bang, la expansión espaciotemporal, la evolución del cosmos o la muy probable existencia de otros universos relativizan radicalmente nuestra efímera vida e incluso lo que nuestro pensamiento ha conquistado. Estamos todavía en camino de aprender a superar este vértigo cósmico para situarnos en el punto del Universo que nos corresponde.



        Viajamos hacia el átomo (4)

        Desde hace sólo unas pocas décadas hemos conseguido acceder, por fin, al mundo del átomo. Y nos hemos encontrado con sorpresas mayúsculas. La primera es su reducido tamaño, lo que nos ha obligado a exprimir al máximo nuestra competencia tecnológica para entender qué es eso tan pequeño. Otro hecho que nos ha dejado atónitos es que en el átomo y fuera de él hay multitud de partículas que interaccionan entre ellas  de una forma que no tiene réplica en nuestro mundo macroscópico. Además, parece ser que estas partículas no son los ladrillos con lo que se construye todo sino que todo apunta a que existen otros elementos aún más minúsculos a los que todavía no nos hemos podido aproximar. En este nuevo entramado, ¿qué papel jugamos nosotros?



          La esencia del mundo subatómico (5)

          Lo que habita el mundo subatómico, a pesar de ser tan extraño, no es lo más notorio. Lo verdaderamente excitante es su manera de funcionar, imposible de abordar desde la lógica que impera en nuestra cotidiana realidad. En estos rincones diminutos todo está impregnado de indeterminación, la existencia de algo es simultánea en diversos estados, la energía y la materia son dos caras de la misma moneda, las partículas se comportan también como ondas…

          El comportamiento del mundo subatómico nos revela lo que verdaderamente ocurre en la base de todo lo que percibimos cuestionando la seguridad altanera que ha impregnado nuestra autoimagen y nuestro pensamiento a lo largo de los siglos.  



            Somos una brizna indefinida del TODO (6)

            La irrefutable evidencia de que el mundo subatómico y sus leyes se extienden por todos los minúsculos puntos que nos constituyen hace tambalear la consistencia de todo lo que nos rodea e incluso a nosotros mismos. Hemos descubierto que los principios que rigen el orden natural cambian hoy de manera radical: la causalidad se diluye dejando paso al azar y a la contingencia, el determinismo se convierte en indeterminación, lo que nuestra mente capta como real es un conglomerado de inestabilidad y de probabilidad, la relación entre las cosas no se limita a lo cercano sino que todo forma parte de un sistema holístico…

            Estos principios condicionan profundamente el pensamiento humano, que se está viendo forzado a cambiar los envejecidos paradigmas en los que se ha asentado y a sustituirlos por esta nueva visión, que justamente en los últimos tiempos estamos comenzando a entrever como cierta.



              El hombre en una realidad renovada (7)

              El enorme segmento del infinito al que hemos accedido de la mano de la ciencia no da respuesta a las grandes preguntas que todos compartimos: seguimos sin saber dónde estamos ni qué somos. Aunque sí hemos ensanchado espectacularmente la realidad que nos cerca, hacia los límites de lo grande y hacia los de lo pequeño. Y más allá de las fronteras del conocimiento seguimos atisbando, como nuestros antecesores también hicieron, el desorbitado misterio del TODO. Hoy somos mucho más conscientes que nunca de nuestra limitación, pero también de que debemos seguir exprimiendo nuestras potencialidades con el objetivo de entender o sentir la esencia del infinito.



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